1. El propósito de estas próximas lecciones es intensificar tu buena voluntad a fin de fortalecer tu débil compromiso y de fundir todos tus variados objetivos en un solo empeño. No se te pide que tu dedicación sea total todo el tiempo. Pero sí que practiques ahora a fin de llegar a alcanzar la sensación de paz que, aunque sólo sea de manera intermitente, tal compromiso unificado brinda. Experimentar eso es lo que hará que estés completamente dispuesto a seguir el camino que este curso señala.
2. Nuestras lecciones están ahora orientadas específicamente a ampliar tus horizontes, y a tratar de manera directa con determinados obstáculos que mantienen tu visión constreñida y demasiado limitada para dejarte ver el valor de nuestro objetivo. Lo que nos proponemos ahora es trascender esos obstáculos, aunque sólo sea brevemente. Las palabras en sí no pueden transmitir la sensación de liberación que se experimenta una vez que se han eliminado dichos obstáculos. Mas la experiencia de libertad y de paz que descenderá sobre ti cuando renuncies a tu férreo control de lo que ves será más que suficiente para convencerte. Tu motivación se intensificará de tal manera que las palabras dejarán de ser relevantes. Sabrás con certeza lo que quieres y lo que no tiene valor.
3. Así pues, comencemos la jornada que nos llevará más allá de las palabras, concentrándonos en primer lugar en lo que todavía supone un escollo para tu progreso. La experiencia de lo que existe más allá de toda actitud defensiva sigue siendo inalcanzable mientras se siga negando. Quizá esté ahí, pero tú no puedes aceptar su presencia. De modo que lo que nos proponemos ahora es ir más allá de todas las defensas por un breve intervalo cada día. No se te pide nada más porque no se necesita nada más. Ello será suficiente para garantizar que todo lo demás llegue.
Lección 181
Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
1. Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe en tu propia capacidad para trascender tus dudas y tu falta de absoluta convicción en ti mismo. Cuando atacas a un hermano, proclamas que está limitado por lo que tú has percibido en él. No estás viendo más allá de sus errores. Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que te impiden tener conciencia del Ser que se encuentra más allá de tus propios errores, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos.
2. La percepción tiene un enfoque. Eso es lo que hace que lo que ves sea consistente. Cambia de enfoque, y, lo que contemples, consecuentemente cambiará. Ahora se producirá un cambio en tu visión para apoyar la intención que ha reemplazado a la que antes tenías. Deja de concentrarte en los pecados de tu hermano, y experimentarás la paz que resulta de tener fe en la impecabilidad. El único apoyo que esta fe recibe procede de lo que ves en otros más allá de sus pecados. Pues sus errores, si te concentras en ellos, no son sino testigos de tus propios pecados. Y no podrás sino verlos, lo cual te impedirá ver la impecabilidad que se encuentra más allá de ellos.
3. En nuestras prácticas de hoy, por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es dejar que todos esos insignificantes enfoques den paso a la gran necesidad que tenemos de que nuestra impecabilidad se haga evidente. Damos instrucciones a nuestras mentes para que, por un breve intervalo, eso, y sólo eso, sea lo que busquen. No vamos a preocuparnos por objetivos futuros. Lo que vimos un instante antes no nos preocupará en absoluto dentro de este lapso de tiempo en el que nuestra práctica consiste en cambiar de intención. Buscamos la inocencia y nada más. Y la buscamos sin interesarnos por nada que no sea el ahora.
4. Uno de los mayores obstáculos que ha impedido tu éxito ha sido tu dedicación a metas pasadas y futuras. El que las metas que propugna este curso sean tan extremadamente diferentes de las que tenías antes ha sido motivo de preocupación para ti. Y también te has sentido consternado por el pensamiento restrictivo y deprimente de que, incluso si tuvieses éxito, volverías inevitablemente a perder el rumbo.
5. ¿Por qué habría de ser esto motivo de preocupación? Pues el pasado ya pasó y el futuro es tan solo algo imaginario. Preocupaciones de esta índole no son sino defensas para impedir que cambiemos el enfoque de nuestra percepción en el presente. Nada más. Vamos a dejar de lado estas absurdas limitaciones por un momento. No vamos a recurrir a creencias pasadas, ni a dejar que lo que hayamos de creer en el futuro nos estorbe ahora. Damos comienzo a nuestra sesión de práctica con un solo propósito: ver la impecabilidad que mora dentro de nosotros.
6. Reconoceremos que hemos perdido de vista este objetivo si de alguna manera la ira se interpone en nuestro camino. Y si se nos ocurre pensar en los pecados de un hermano, nuestro restringido foco nos nublará la vista y nos hará volver los ojos hacia nuestros propios errores, que exageraremos y llamaremos “pecados”. De modo que, por un breve intervalo, de surgir tales obstáculos, los transcenderemos sin ocuparnos del pasado o del futuro, dando instrucciones a nuestras mentes para que cambien de foco, según decimos:
No es esto lo que quiero contemplar.
Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
7. Y nos valdremos asimismo de este pensamiento para mantenernos a salvo a lo largo del día. No estamos interesados en metas a largo plazo. Conforme cada uno de los obstáculos nuble la visión de nuestra impecabilidad, lo único que nos interesará será poner fin, por un instante, al dolor que, de concentrarnos en el pecado experimentaríamos, y que, de no corregirlo, persistiría.
8. No vamos en pos de fantasías. Pues lo que procuramos contemplar está realmente ahí. Y conforme nuestro foco se extienda más allá del error, veremos un mundo completamente impecable. Y cuando esto sea lo único que queramos ver y lo único que busquemos en nombre de la verdadera percepción, los ojos de Cristo se volverán inevitablemente los nuestros. El Amor que Él siente por nosotros se volverá también el nuestro. Esto será lo único que veremos reflejado en el mundo, así como en nosotros mismos.
9. El mundo que una vez proclamó nuestros pecados se convierte ahora en la prueba de que somos incapaces de pecar. Y nuestro amor por todo aquel que contemplemos dará testimonio de que recordamos al santo Ser que no conoce el pecado, y que jamás podría concebir nada que no compartiese Su impecabilidad. Éste es el recuerdo que queremos evocar hoy cuando consagramos nuestras mentes a la práctica. No miramos ni hacia adelante ni hacia atrás. Miramos directamente al presente. Y depositamos nuestra fe en la experiencia que ahora pedimos. Nuestra impecabilidad no es sino la Voluntad de Dios. En este instante nuestra voluntad dispone lo mismo que la Suya.
Introducción
Nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] significa nada.
Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] todo el significado que tiene para mí.
No entiendo nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar].
Estos pensamientos no significan nada. Son como las cosas que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar].
Nunca estoy disgustado por la razón que creo.
Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.
Sólo veo el pasado
Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
No veo nada tal como es ahora.
Mis pensamientos no significan nada.
Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado.
Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.
Un mundo sin significado engendra temor.
Dios no creó un mundo sin significado.
Mis pensamientos son imágenes que yo mismo he fabricado.
No tengo pensamientos neutros.
No veo cosas neutras.
No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
Estoy decidido a ver.
Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
Lo que veo es una forma de venganza.
Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque.
No percibo lo que más me conviene.
No sé cuál es el propósito de nada.
Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad.
Por encima de todo quiero ver.
Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera.
Dios está en todo lo que veo.
Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente.
No soy víctima del mundo que veo.
He inventado el mundo que veo.
Hay otra manera de ver el mundo.
Podría ver paz en lugar de esto.
Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo.
Mi santidad envuelve todo lo que veo.
Mi santidad bendice al mundo.
No hay nada que mi santidad no pueda hacer.
Mi santidad es mi salvación.
Soy bendito por ser un Hijo de Dios.
Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo.
Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él.
Dios es la luz en la que veo.
Dios es la Mente con la que pienso.
Dios es el Amor en el que perdono.
Dios es la fortaleza en la que confío.
No hay nada que temer.
La Voz de Dios me habla durante todo el día.
El Amor de Dios es mi sustento.
PRIMER REPASO
El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:
Hoy repasaremos lo siguiente:
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
El repaso de hoy incluye lo siguiente:
Nuestro repaso de hoy abarca lo siguiente:
Repasemos hoy las siguientes ideas:
Hoy vamos a repasar las siguientes ideas:
Éstas son las ideas a repasar hoy:
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
Yo soy la luz del mundo.
Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.
La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.
No dejes que me olvide de mi función.
Mi única función es la que Dios me dio.
Mi función y mi felicidad son una.
El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.
El amor no abriga resentimientos.
Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.
Mi salvación procede de mí.
Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.
Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación.
Mi voluntad es que haya luz.
No hay más voluntad que la de Dios.
La luz ha llegado.
No me gobiernan otras leyes que las de Dios.
Tengo derecho a los milagros.
¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientosl
Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.
Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.
SEGUNDO REPASO
Hoy repasaremos estas ideas:
Hoy repasamos estas ideas:
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
El repaso de hoy abarcará las siguientes ideas:
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
Nuestro repaso de hoy abarcará estas ideas:
Hoy repasaremos estas ideas:
Éstas son las ideas que vamos a repasar hoy:
Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:
Los milagros se ven en la luz.
Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una.
La luz, la dicha y la paz moran en mí.
Soy tal como Dios me creó.
Soy un solo Ser, unido a mi Creador.
La salvación procede de mi único Ser.
Soy espíritu.
Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
La salvación es mi única función aquí.
Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial.
La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.
Dios, al ser Amor, es también felicidad.
Busco únicamente lo que en verdad me pertenece.
Mías son la paz y la dicha de Dios.
Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
La verdad corregirá todos los errores de mi mente.
Dar y recibir son en verdad lo mismo.
Descanso en Dios.
Soy tal como Dios me creó.
TERCER REPASO
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
Para los repasos de mañana y noche:
El perdón es la llave de la felicidad.
El perdón me ofrece todo lo que deseo.
Gracias Padre por los regalos que me has concedido.
Que no me olvide de que soy uno con Dios.
En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.
No hay otro amor que el de Dios.
El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
Es imposible ver dos mundos.
Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era.
No le daré valor a lo que no lo tiene.
Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.
Si me defiendo he sido atacado.
La enfermedad es una defensa contra la verdad.
Cuando me curo no soy el único que se cura.
El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.
Aceptaré la Expiación para mí mismo.
La salvación es lo único que cura.
CUARTO REPASO
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios.
Tengo el poder de decidir.
En mi indefensión radica mi seguridad.
Me cuento entre los ministros de Dios.
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.
Camino con Dios en perfecta santidad.
En Su Presencia he de estar ahora.
Hoy aprendo a dar tal como recibo.
Doy los milagros que he recibido.
Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.
Dame tu bendición, santo Hijo de Dios.
Soy tal como Dios me creó.
La muerte no existe. El Hijo de Dios es libre.
Ahora Somos uno con Aquél que es nuestra Fuente.
Que mi mente no niegue el Pensamiento de Dios.
Se me han confiado los dones de Dios.
Sólo hay una vida y ésa es la vida que comparto con Dios.
Tu gracia me es dada. La reclamo ahora.
Por la gracia vivo. Por la gracia soy liberado.
En Dios no hay crueldad ni en mí tampoco.
QUINTO REPASO
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Introducción a las lecciones 181-200
Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.
Invoco el Nombre de Dios y el mío propio.
El Nombre de Dios es mi herencia.
Deseo la paz de Dios.
De mí depende la salvación del mundo.
Bendigo al mundo porque me bendigo a mí mismo.
La paz de Dios refulge en mí ahora.
Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora.
Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor.
Soy el santo Hijo de Dios Mismo.
Tengo una función que Dios quiere que desempeñe.
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
Pongo el futuro en Manos de Dios.
El amor es el camino que recorro con gratitud.
Es únicamente a mí mismo a quien crucifico.
No puede ser sino mi propia gratitud la que me gano.
Sólo mi propia condenación me hace daño.
No soy un cuerpo. Soy libre.
No hay más paz que la paz de Dios.
SEXTO REPASO
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre, Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
SEGUNDA PARTE
Dios está conmigo. Vivo y me muevo en Él.
Dios es mi vida. No tengo otra vida que la Suya.
Dios es mi Padre y Él ama a Su Hijo.
Dios es mi Padre, y Su Hijo lo ama.
Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.
Éste es el instante santo de mi liberación.
Dios no me ha condenado. Por lo tanto, yo tampoco me he de condenar.
El Amor, que es lo que me creó, es lo que soy.
Ahora buscaré y hallaré la paz de Dios.
Padre, mi voluntad es únicamente recordarte.
Permanece en mi mente todo el día, Padre mío.
Hoy le doy mi vida a Dios para que Él la guíe.
Padre, hoy vuelvo a ser Tu Hijo.
Dios, en Su misericordia, dispone que yo me salve.
Gobierno mi mente, la cual sólo yo debo gobernar.
Ahora quiero ser tal como Dios me creó.
La salvación depende de mi decisión.
Mía es la gloria de mi Padre.
El miedo, de la clase que sea, no está justificado.
En este instante santo llega la salvación.
Este día se lo dedico a Dios. Es el regalo que le hago.
Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra.
No estoy en peligro en ningún lugar del mundo.
Tu paz está conmigo, Padre. Estoy a salvo.
Amar a mi Padre es amar a Su Hijo.
Sin el perdón aún estaría ciego.
Lo que sufre no forma parte de mí.
El perdón pone fin a todo sufrimiento y a toda sensación de pérdida.
Que no vea ninguna limitación en mí.
No necesito nada más que la verdad.
El Hijo de Dios es mi Identidad.
Mi Ser es amo y señor del universo.
Que se acalle en mí toda voz que no sea la de Dios.
Elijo pasar este día en perfecta paz.
Dios es mi único objetivo hoy.
Que no me olvide de mi propósito.
Que recuerde que Dios es mi objetivo.
Que recuerde que el pecado no existe.
Que recuerde que Dios me creó.
Dios es mi refugio y seguridad.
No dejes que hoy perciba diferencias.
Mi santa visión ve la pureza de todas las cosas.
El Amor de Dios me rodea.
Lo único que veo es la mansedumbre de la creación.
Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios.
Mi corazón late en la paz de Dios.
Que todas las cosas sean exactamente como son.
Mi vista va en busca de la faz de Cristo.
Hoy no utilizaré los ojos del cuerpo.
Hoy sólo utilizaré la visión de Cristo.
Cómo iban a poder satisfacer las ilusiones al Hijo de Dios
Mía es la quietud de la paz de Dios.
Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de nada.
La sanadora Voz de Dios protege hoy todas las cosas.
Se me ha dado la Palabra de Dios para que la comparta.
No dejes que aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.
Si estoy aprisionado, mi Padre no es libre.
La libertad de la creación garantiza la mía.
Qué límites podría imponerle yo al Hijo de Dios
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
Hoy no tendré miedo del amor.
Mi verdadera Identidad reside en Ti.
Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.
Hoy mi santidad brilla clara y radiante.
La quietud del Cielo envuelve hoy mi corazón.
Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú.
Que me olvide hoy del pasado de mi hermano.
El pasado ya pasó. No me puede afectar.
Lo único que veo es mi actual felicidad.
Éste es un día de sosiego y de paz.
Todo tendrá un desenlace feliz.
El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor.
Mi cuerpo es algo completamente neutro.
El Espíritu Santo ve hoy a través de mí.
El Espíritu Santo habla hoy a través de mí.
El perdón es el único regalo que doy.
Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo.
La santidad eterna mora en mí.
Este mundo dura tan sólo un instante.
Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas.
Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.
Hoy nace en mí el Cristo santo.
Que mi mundo no nuble la visión de Cristo.
Hay una paz que Cristo nos concede.
El regalo de Cristo es lo único que busco hoy.
Abrigar deseos conflictivos no puede ser mi voluntad.
Este instante es el único tiempo que existe.
Hoy no tendré miedo de mirar dentro de mí.
Paso este día sin miedo y lleno de amor.
Juzgo todas las cosas como quiero que sean.
Veo todas las cosas como quiero que sean.
Que venga a mí ahora una nueva percepción.
Busco un futuro diferente del pasado.
Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen.
Todos los regalos que les hago a mis hermanos me pertenecen.
Sigo el camino que se me ha señalado.
Yo soy el medio para la salvación, así como su fin.
Vine a salvar al mundo.
Mi Padre me da todo poder.
Padre, mi libertad reside únicamente en Ti.
Tan sólo puedo renunciar a lo que nunca fue real.
Gustosamente "sacrifico" el miedo.
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor.
Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas.
He de ser por siempre un Efecto de Dios.
No necesito más que llamar y Tú me contestarás.
Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero.
He elegido ya lo que Tu Voluntad dispone.
Hoy no volveré a hacerme daño.
El conflicto no existe, pues mi voluntad es la Tuya.
El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera.
El perdón pone fin al sueño de conflicto.
Hoy reclamo los regalos que el perdón otorga.
Elijo ver la impecabilidad de mi hermano.
El perdón me enseña que todas las mentes están unidas.
Mi impecabilidad me protege de todo daño.
Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme.
Se me concederá todo lo que pida.
Hoy puedo liberarme de todo sufrimiento.
Tan sólo puedo atacar mi propia impecabilidad, que es lo único que me mantiene a salvo.
Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de ese modo es como se me concederá a mí.
No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar la misericordia y la paz de Dios.
Hoy aprendo la ley del amor: que lo que le doy a mi hermano es el regalo que me hago a mí mismo.
Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí.
Hoy me envuelve la paz de Dios, y me olvido de todo excepto de Su Amor.
La ira procede de los juicios. Y los juicios son el arma que utilizo contra mí mismo a fin de mantener el milagro alejado de mí.
Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.
Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor.
Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios. Ofrecerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mundo.
Mi hermano impecable es mi guía a la paz. Mi hermano pecador es mi guía al dolor. Y el que elija ver será el que contemplaré.
Los juicios son lo opuesto al amor. De los juicios procede todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios.
Mis ojos, mi boca, mis manos y mis pies tienen hoy un solo propósito: estar al servicio de Cristo a fin de que Él pueda utilizarlos para bendecir al mundo con milagros.
Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros de nuestro propósito. Su Creador reside en Él, tal como Él reside en mí.
La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados. Por qué no aceptarla hoy
La enfermedad no es sino otro nombre para el pecado. La curación no es sino otro nombre para Dios. El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él.
La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma.
Ninguna invocación a Dios puede dejar de ser oída o no recibir respuesta. Y de esto puedo estar seguro: Su respuesta es la única que realmente deseo.
La respuesta de Dios es alguna forma de paz. Todo dolor sana; toda aflicción queda reemplazada por la dicha. Las puertas de la prisión se abren. Y se comprende que todo pecado no es más que un simple error.
Que la paz sea conmigo, el santo Hijo de Dios. Que la paz sea con mi hermano, que es uno conmigo. Y que a través nuestro, el mundo sea bendecido con paz.
LECCIONES FINALES
LECCIONES FINALES
LECCIONES FINALES
LECCIONES FINALES
LECCIONES FINALES - EPÍLOGO